Y se tropieza mucho, todos los días se cae. Aunque hay otros que solo lo hacen cuando están cansados. Aquí te explico qué hay detrás de “meter los pies”.
Lo primero a diferenciar es si hablamos de que “mete los pies” o “vuelca los pies”. Con “mete los pies” me refiero a que los deditos se van chocando de una pierna con otra y parece que se va a hacer la zancadilla a cada paso. Con “vuelca los pies” hablo del pie plano, que al mirarlos caminar desde atrás parece que los pies colapsan, no hay arco y casi tocan con el tobillo el suelo al caminar. No dejes de ver la entrada sobre los pies planos, es casi de “cultura general”.
Empecemos con unas preguntas importantes sobre cómo fue el embarazo y el parto. Necesito saber que no hubo problemas. Si el bebé sufrió al nacer y se quedó sin oxígeno su cabecita podríamos tener algo importante detrás de ese meter los pies. Luego os pediré que pongáis al niño a caminar. Pero claro, en una consulta no hay mucho sitio. Y si lleváis un rato esperando a la consulta el niño estará que se sube por las paredes. Y no le apetece caminar. Y punto. Pero seguro que todas esas veces que le has visto meter los pies al caminar y que has comentado “a ver si lo llevamos a que lo vean” no has hecho un vídeo. ¡Haz un vídeo! La marcha se estudia con imagen, es muy difícil con palabras solo.
La cosa es que al verles caminar nos gusta ver cuánto para dentro camina. Hablaré de “ángulo de progresión de la marcha”. Si los pies apuntan recto en la dirección en la que caminamos vamos en 0º. Si apuntan hacia fuera como un cowboy caminando es que vamos, por ejemplo, a +20º. Pero si los pies se van chocando como haciéndose la zancadilla, iremos a -20º (el 20 es un ejemplo, podría haber sido cualquier otro número).
Lo otro que necesito saber es si “siempre” es así o solo cuando está cansado. Este detalle para mí es importante. Me indica si hay un problema “estructurado” (siempre ocurre hagas lo que hagas) o hay una alteración “flexible” (depende de otros aspectos para manifestarse). Y también si el niño es capaz de adaptarse a esa marcha “alterada” o por el contrario tiene muchas caídas.
Como siempre el último ingrediente es la edad. El “perfil rotacional” de las piernas cambia con la edad. Hay cosas normales a los 3 años que ya no lo son tanto a los 13 años. Y otra cosa no menos importante es la percepción del paciente del problema: una niña de 3 años que meta los pies frente a una adolescente de 13 años que meta los pies y sea torpona. Hay una de las dos preocupada por la imagen corporal (veis claro para quién puede ser un problema, ¿verdad?)
¿Y de quién es la culpa de caminar hacia dentro? Esa es la labor de tu traumatólogo infantil, examinar a tu hijo y decirte en su caso si es cosa de los pies (pies aductos), de las tibias (torsión tibial interna), de los fémures (anteversión femoral), o de una columna lumbar con mucha lordosis. O simplemente es que se trata de un bebé aún muy pequeño para tener una marcha madura y no haya que pensar en más patología. Lo más frecuente es que tenga “anteversión femoral aumentada persistente”. Suena más raro que lo que realmente es. Puedes ver mi explicación en el post “anteversión femoral”.