Un clásico, 95-97% eficaz, easy to use… pero la primera vez deja que te lo ponga tu traumatólogo infantil.
El arnés de Pavlik es un juego de correas que, usando como punto de apoyo un chalequito sobre el tórax del bebé, tiran del pie para arriba y para fuera. Este juego de correas permite al bebé mover las piernas dentro de un rango que a tu traumatólogo infantil le interesa (flexión y separación de piernas). Al hacer eso es como si la cadera (la bola) fuera excavando el acetábulo (el plato hondo haciéndose profundo como un cuenco).
Aquí hay un vídeo y explicación de cómo se coloca
El arnés vale entre 100-130€ y hay tres tipos disponibles en las ortopedias. Seguro que hay más, pero en mi práctica diaria solo he visto que me traigan los padres arnés de una de estas tres marcas. Hay uno verde y gris con sujeción con velcros que es el más barato pero… por ahorrar 20€ me parece que los velcros se escapan de la posición en la que lo fijo y puede que en cuanto lo quitéis en casa y lo volváis a poner no quede en la misma postura que el traumatólogo infantil lo dejó. Los otros dos modelos son de color blanco. Uno “de verano” y otro con borreguito “de invierno”. Son buenos los dos y no tengo favorito. Creo que para los padres es más cómodo el modelo “de verano” que ajusta con cierres rápidos de “click”. El del borreguito por dentro tiene los cierres con hebilla como la que hay para acortar las correas de una mochila. Lo bueno del de “invierno” es que es más agradable para el bebé si hay que ponerlo “sobre piel” (en los casos peores de caderas luxadas).
Lo indicamos cuando el bebé tiene una cadera inestable, es decir, la bola se sale del cuenco en cuanto la empujas un poco. A eso le llamamos cadera luxable (aunque en reposo está “dentro”). En la exploración, en los informes médicos verás que pone la palabra “Barlow positivo”. Bien, es en estos casos en los que indicamos poner un arnés de Pavlik “sobre ropa”. Vistes al bebé normal, y sobre la ropa ponemos el chalequito especial. Ajustamos las botitas. Conectamos las correas de las botitas al chaleco. Tensamos las correas hasta que logramos que tenga las caderas flexionadas unos 90º y abiertas unos 60º. En esa posición nos aseguramos que las caderas “luxables” no se van a “luxar” (salir de su cuenco).
Puede ocurrir que tu bebé tenga la penúltima situación en el escalafón de la displasia de cadera. Se trata de una cadera que en reposo está fuera de su cuenco pero que podemos mediante una maniobra recolocar para volver a meter la bola en el cuenco. Es una cadera luxada pero que es “recolocable” (reducible o “Ortolani positivo” en nuestro idioma de traumatólogos). El caso es serio y colocamos el arnés de Pavlik personalmente directamente sobre la piel y prohíbo a los padres que me toquen las correas o cierres hasta que no se transforme en una cadera más fuerte que ya no se pueda luxar. Esto tarda normalmente de una a dos semanas. Me gusta revisar estos arneses cada 5-7 días para asegurarme que todo sigue bien colocado.
La peor situación para la cadera es que esté luxada (fuera) y no se deje recolocar. Entonces el arnés no tiene su razón de ser. Será un caso que necesite cirugía. El camino se hace más largo pero sigue habiendo camino. Aquí es donde de verdad necesitas un traumatólogo infantil con experiencia.
Si tienes dudas sobre la colocación del arnés para tratar la cadera de tu bebé debes consultar con tu traumatólogo infantil. El mal uso del arnés puede perjudicar a la cadera de tu bebé: enfermedad del arnés de Pavlik (que mata una parte de la bola del fémur por isquemia) o una parálisis de un nervio que mueve la pierna, por compresión al estar en posición muy flexionada.
Si Madrid te vale, puedo revisar tu arnés de Pavlik en la Clínica CEMTRO los lunes por la tarde o en el Hospital Ruber Internacional los viernes por la tarde.