Si tu hijo necesita un alza, házselo bien y discreto. Se puede hacer con un par de trucos.
Ya has leído “¿necesita un alza mi hijo?” y vas a ir a hacer un alza. Hazlo bien con un par de trucos.
Las alzas por fuera del zapato se pueden hacer en una ortopedia o bien en un zapatero. Asegúrate que llevas clara la medida a decirle al técnico que te va a modificar el zapato. Hay cinco sugerencias para el zapatero:
- material ligero, por favor, una espuma o goma ligera. Si es muy pesada entorpeceremos la marcha del niño
- recorte (chaflán) en la punta y talón: para facilitar la entrada y salida del paso
- zona de flexión en el antepié: si es muy rígida la suela (y si es gruesa por el alza será más rígida) no flexiona bien por donde debe. Unos cortes transversales a la espuma del alza facilitarían esto.
- mantener la misma suela: al poner un alza tendremos un zapato con la suela de fábrica y el otro con otro dibujo. No me meto en cuál es mejor, pero al ser distintos uno resbalará distinto al otro. Me sé de algún zapatero habilidoso que desencola la suela del zapato, pone el alza y luego vuelve a encolar la suela original
- color: llévale un zapato con la suela de un color fácil de imitar, las alzas que manejan los zapateros son de colores muy básicos. Pregunta a tu zapatero qué material tiene y llévale varios modelos de zapato para que te diga en cuál trabaja mejor.