Es la fractura que los franceses llaman “en barra de mantequilla”. Ahora vemos en qué consiste.
La estructura ósea del niño es menos resistente a la compresión que la de los adultos. Cuando hay un traumatismo con carga axial, las trabéculas óseas no resisten la carga y se colapsan.
Realmente no hay una separación de extremos óseos como en una “fractura normal” sino que lo que ocurre es que hay más hueso en la zona de la fractura porque se interdigitan las trabéculas proximales y distales. Pero al haber una interrupción de la estructura normal decimos que hay una fractura (¡y además duele!). Se puede deducir de esto que por tener una fractura de estas sin sujetar dentro de una escayola no se va a desplazar, pero las tenemos inmovilizadas porque dejan de doler si las dejamos quietas. Y porque si hay nuevas caídas podría desplazarse.
En la radiografía veremos un abultamiento de hueso en esa zona donde se arruga. Si la carga es puramente axial el abultamiento estará igual en ambos lados. Si la carga es mayor en un lado que en otro, veremos más arrugado un lado y casi nada el otro. Incluso si es más asimétrica veremos rodetes que se aparecen desplazados por mucho colapso en un lado del hueso.