Una escayola tradicional, de las blancas. Según el tamaño… lo vemos ahora.
Una curiosidad saber el peso de una escayola. Pero si tu hijo tiene un problema nutricional y controlas bien el peso, es importante saber el cambio de peso que es culpa de la escayola.
La escayola de la foto corresponde un “botín” de yeso, es decir por debajo de la rodilla, de un niño de 5 años. Eso pesa 400g. Lleva tres rollos de venda de yeso de 10cm de ancho.
Visto de otro modo, cada rollo de venda de yeso de 10cm de ancho acabará pesando ya puesta (y evaporada el agua, que eso ocurre en el primer día) unos 130g.
Un yeso para un recién nacido que llegue desde la ingle al pie pesa unos 110g. El mejor ejemplo es el tratamiento del pie zambo. Se emplea un rollo entero de 5 cm de ancho y casi por completo el segundo rollo de 5cm. Si le tratamos los dos pies, pues el doble de peso.
Empecé a pesar los yesos cuando me di cuenta de lo importante que es para un recién nacido prematuro de 1,5 kg un aumento de 100g (o de 200g si le escayolamos los dos pies).
Un yeso pelvipédico (el que llega de ombligo a pies) es muy variable y se emplea en bebés de en torno a un año habitualmente. Pensad en torno a los 800g, aunque va a depender mucho del tamaño del paciente (a más grande más yeso y más peso).